En una sala de desfiles llena, y en la que se ha sentado en primera fila el presidente de la Generalitat, Artur Mas, acompañado de su esposa, Helena Rakosnik, espectadores habituales de la Barcelona Bridal Week (BBW), la diseñadora catalana ha desgranado una colección en la que no han faltado vestidos clásicos con volumen, con talles y cinturas muy marcadas, hechos con encaje de chantilly y con organza de seda.
También han salido a la pasarela vestidos dorados, vaporosos y sensuales, pero con menos 'duende' del que se podía esperar de Rosa Clará, que este año ha apostado fuerte por el Salón Internacional Noviaespaña, que también se enmarca en la BBW, contratando 2.500 metros cuadrados para convertirlos durante tres días en el cuartel general de la firma que lleva su nombre y de las otras marcas del grupo Clará.
muy lindo.
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